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jueves, 29 de diciembre de 2016

EL PACIENTE QUIERE HABLAR

 EL PACIENTE Y EL MÉDICO ¿QUIEREN HABLAR DE LO MISMO?


Médico -Hace un mes usted estaba desesperado, o así me lo parecía, porque su síntoma le preocupaba, no lo dejaba vivir, lo martirizaba. Pues bien, desde hace unos pocos minutos al comenzar esta entrevista de hoy, usted me habla insistentemente de ese accidente doméstico que tuvo ayer y que le impidió acudir al concierto por ese dolor en el pie que le incomoda tanto. 
Paciente -No sabe cuánto me ha fastidiado este contratiempo tan inoportuno...
M -Pero yo quiero que me hable de su estado con respecto al mes pasado, de lo que provocó la primera consulta, por lo cual yo lo mediqué, para lo cual yo me puse a trabajar con esfuerzo y dedicación. Lo que a mí me ocupó tanto porque lo vi a usted tan afligido.
P -Ah! De aquello ya me había olvidado. No le puedo decir otra cosa.

(Espero que nadie concluya de este diálogo que mis pacientes curan todos en un mes. No se aclara en él si se trata de un enfermo agudo o crónico ni siquiera que padeciera un síntoma pasajero. Es simplemente una escena que tomo como excusa para tratar el tema del que quiero ocuparme.)

Este diálogo, con ligeros matices lo viví muchas, muchas veces en mi vida profesional. Ahora me hace sonreír cuando vuelve a producirse pero cuando era un médico joven me causaba verdaderos conflictos. Me preguntaba cómo era posible que el paciente hubiera dejado de lado sus tribulaciones, sus desvelos, su sufrimiento en suma, en tan poco tiempo como para casi haberlos olvidado. Y me inclinaba a sospechar que la gente en general era voluble e indescifrable. Y que evidentemente, de lo que quiere hablar el paciente no es lo mismo de aquello que quiere el médico que hablen.

Las claves para una respuesta hay que buscarlas en una explicación tan sencilla como universal: a todos nos ocurre que cuando hablamos de nosotros mismos estamos hablando en presente y lo que nos angustia de verdad es el futuro. Eso que es incierto del futuro o sea todo el futuro.

Teniendo en cuenta esto cuando veo al paciente por segunda vez le leo lo que apunté -claro está, aquello que le puedo comunicar de lo que apunté- en la primera entrevista. Con ello busco que el enfermo me aclare y se extienda o me corrija abundando en detalles que quedaron sin decir pero también para que él pueda valorar con cierta objetividad mi trabajo del primer día.
Así en esa segunda consulta podemos encarar los dos ese nuevo presente de su biopatografía.

Claro que el consejo, si es que se puede aconsejar, el consejo que nos surge inmediatamente a todos los médicos para dar al paciente es "vivir el presente, que el futuro es intangible". Es evidente que se trata de un verdadero saber vivir, de la sabiduría. Basta que todos los días echemos un vistazo a las redes sociales para hallar las palabras infalibles de algún "sabio" que nos lo recuerda.

Pero los médicos nos encontramos con el dolor ajeno todos los días. Y el dolor está justamente  en lo tormentoso del futuro que asusta, nos asusta a todos.
Y entonces ¿qué debemos interpretar del presente, del ahora mismo de nuestro paciente?

Pues bien, en el presente se produce el estar, las sensaciones que tenemos ahora mismo y que no se pueden cambiar por otras. Si mis sensaciones, comenzando por las somáticas, no me llenan de zozobra entonces nada me recordará el sufrimiento de hace un mes y si lo recuerdo será un recuerdo no vívido, vacío, al que le quitaré valor y finalmente temor.

Si en cambio las sensaciones, sobre todo el estado general son de debilidad, lasitud, de no poder con las cosas, entonces el pesimismo o sea las previsiones grises sobre el futuro, son inevitables. El paciente sabe todo esto aunque no lo exprese y por eso busca anticiparse, adelantarse a sí mismo lo que le ocurrirá. De esto surge el síntoma ANTICIPACIÓN  con sus modos, miedo, ansiedad, etcétera. Pero esto ya merece otra entrada del blog.

NOSODES O BIOTERÁPICOS 1ª PARTE

                      NOSODES O BIOTERÁPICOS

                                  Un breve recorrido 

Después de la fundación de la homeopatía por Hahnemann algunos médicos seguidores del método introdujeron el uso de nosodes (hoy se prefiere la denominación de bioterápicos). Esto es, preparados con materiales biológicos procedentes en algunos casos del mismo paciente, en otros casos de cultivos bacterianos o de tejidos obtenidos de materiales patológicos o fisiológicos.Todos ellos fueron utilizados sobre la noción de la semejanza biológica y no por la patogenesia homeopática.

Dejo de lado que algunos medicamentos tienen su origen en nosodes a los que se los experimentó en forma de patogenesias, y entonces ya no se usaron como nosodes. Es el caso de psorinum, pyrogenium, medorrhinum, entre otros.

Fue el primer intento de utilizar la dilución homeopática a la que se le atribuyeron propiedades dinámicas, más allá de la individualización del paciente-persona y aprovechándola para el tratamiento de estados patológicos en sus aspectos etiopatogénicos y fisiopatológicos.

Todos ellos se basan en dos conceptos de la Homeopatía: la dilución hahnemanniana y la ley de Arndt Schultz para actuar de diferente modo según interese estimular, modular o inhibir.

Estos medicamentos se emplearon en forma unitaria al principio y también en forma de complejos.

Conviene aclarar por qué digo primer intento. Me refiero a lo que podemos llamar el mundo hahnemanniano aun teniendo en cuenta que algunos discípulos de Hahnemann se encaminaron hacia la heterodoxia. Pero antes de Hahnemann ya se había utilizado la dilución con sentido terapéutico en la espagiria con criterios de analogía y no de similitud homeopática. Esta última está vinculada íntimamente a la patogenesia y a la experimentación en el hombre sano.

En las últimas décadas los nuevos nosodes han buscado influir en los mecanismos fisiopatológicos de las enfermedades crónicas a la luz del conocimiento actualizado. Así nos encontramos con los actuales productos provenientes de una gran cantidad de moléculas complejas que se mencionan en esta breve reseña.

  • Surgieron así sistemas como la Homotoxicología en los años 50 del siglo XX según las observaciones de Reckeweg. Este sistema responde a una teorización del enfermar explicado esquemáticamente en el llamado Corte Biológico y conecta con las leyes de Hering de la homeopatía tradicional. Los preparados homotoxicológicos se presentan sobre todo en forma de complejos conteniendo remedios de la materia médica homeopática, organoterápicos, productos de la fermentación de tejidos patológicos y otros. La aportación más importante es el uso de enzimas. Lo comercializan los laboratorios Heel, Soluna y otros.

  • En la década de los 70 el Dr Ernesto Puiggrós desarrolló una línea con prostaglandinas y cultivos de tejidos para el tratamiento de las enfermedades crónicas. Lo denominó Medicina Energético-Biológico-Clínica (M.E.B.C.). Sus bases pueden leerse en su libro Homeopatía avanzada y biología. Miraguano Ediciones. Madrid 1990.

  • En los años 80 los sueros anti órganos: Wiedemann, Serocytoles, Inmunomodulantes homeopáticos, etc. Se trata de diluciones hahnemannianas centesimales o decimales bajas de sueros de mamíferos que contienen anticuerpos anti órganos de otros mamíferos (vacuno, cerdo, caballo).

  • La Microinmunoterapia se apoya sobre todo en el conocimiento de las citocinas, que me parece su referente principal. Utiliza diluciones centesimales de citocinas, ARN, ADN, fragmentos de cuerpos virales, etc. La introducción de esta técnica se produjo en los años 90 cuando se desarrollaron las citocinas que se habían descubierto dos décadas antes.  Este es  un campo que ha cambiado el desarrollo de la Inmunología y que además de su gran extensión promete un progreso extraordinario. El laboratorio Labolife produce estos preparados.

martes, 27 de diciembre de 2016

EL DERRIBO DE LA HOMEOPATÍA EN ESPAÑA

               

EL EFECTO BURBUJA EN LA HOMEOPATÍA



Los hechos se vienen sucediendo en forma rítmica y parece que inexorable. No es una novedad que la Homeopatía es vista con recelo y desconfianza en los ámbitos médico y científico desde sus comienzos con Hahnemann.

Recordando aquellos años de la transición


Circunscribiéndome a los acontecimientos de los últimos tiempos en España lo cierto es que hasta los años 80 el ejercicio de la Homeopatía era casi una excentricidad. Muy pocos médicos la ejercían; en Madrid sólo recuerdo al doctor Guerrero Paniagua. Tan pocos que en 1978 cuando comencé a trabajar en España había en Madrid una sola farmacia, la de la calle San Mateo que dispensaba medicamentos homeopáticos y eran de su propia elaboración. Disponía de una o dos diluciones de cada remedio. Cuando yo necesitaba algo más elaborado se lo pedía a la farmacia Grau Ala de Barcelona que dispensaba casi cualquier dilución. El público que tenía acceso a los tratamientos homeopáticos era minoritario y los conocían generalmente por referencias de familiares que habían sido usuarios cincuenta años atrás.

En Francia era incipiente su popularidad y los laboratorios franceses no tardaron mucho en instalarse en España, comenzando en 1983 creo recordar que fue

Dolisos y dos años después Boiron. Detrás de ellos, los alemanes Heel y DHU. La Administración española desconcertada ante las novedades de entonces reaccionó como pudo, pidió consejos a los países vecinos, habló con los profesionales que entonces trabajábamos y tomó medidas más o  menos permisivas, provisionales y poco concretas. Consideró al medicamento homeopático como eso, un medicamento, que se debía dispensar en farmacias aunque no se requería receta médica, que no incluía indicaciones en su presentación y al que no se le exigiría un protocolo clínico de investigación. Casi como un producto nutricional.

Los colegios de médicos toleraron e inexplicablemente no se opusieron al intrusismo de los homeópatas no médicos que comenzaban a aparecer. Las cosas continuaron así mientras se fueron asentando nuevos laboratorios europeos y algunos nacionales. El laboratorio francés hegemónico Boiron se hizo presente en varios países de Europa y también de Sudamérica y hasta en Asia. El público respondía, también en España aunque lentamente.


La formación corría por cuenta de asociaciones minoritarias que tenían conexiones con el extranjero, contrataban a profesores de México, Argentina y también de países europeos. Los laboratorios impartían también sus talleres de fin de semana. Inicialmente Boiron me pidió colaborar en la formación; esto duró unos meses porque la llamada "doctrina Boiron" que era su libro blanco para la enseñanza no coincidía con mi enfoque de los temas y terminé apartándome.

En 1986 en Valencia un grupo de médicos y farmacéuticos fundamos la Sociedad Española de Homeopatía con la idea de difundir, enseñar y apoyar. Publicamos la revista Similia e impartimos cursos sobretodo a médicos y farmacéuticos y charlas de información al público.
Dos sociedades de antigua tradición, la Academia Homeopática de Barcelona en primer lugar  y la Sociedad Hahnemanniana Matritense después, fueron reflotadas. La primera formó a  muchos médicos con maestros en la homeopatía más purista.

Los homeópatas especialistas


Un hecho resultó determinante: en los años 90 en ciertas universidades españolas se impartieron cursos de 
Homeopatía. En algunos casos eran talleres de formación breves apoyados por el laboratorio hegemónico para difundir los rudimentos entre los médicos. Posteriormente fueron en forma de máster, verdadera formación de postgrado. Entonces la industria farmacéutica homeopática vio la posibilidad de una penetración decisiva como fue que los médicos especialistas tradicionales pudieran aprender a prescribir los productos homeopáticos dirigidos exclusivamente a su especialidad. Se trataba de un aprendizaje rápido y limitado, enseñando a enfocar determinadas patologías concretas con un listado limitado de remedios. Parecido a un vademécum de los que se emplean en alopatía.

Por supuesto que ello no pretendía formar médicos homeópatas sino simplemente prescriptores. Pero se trataba de reclutar médicos tradicionales que lejos de oponerse a la Homeopatía como era usual, comprobaban que podían tener éxitos con algunos enfermos.

Así fue como se extendió en el público y entre los médicos la idea de que había pediatras, ginecólogos, traumatólogos, dermatólogos que además eran homeópatas. Y esto  tuvo consecuencias económicas palpables. Tanto que los laboratorios de especialidades farmacéuticas tradicionales empezaban a notar el golpe. Hasta allí se podía llegar con la burbuja.
Los grupos de escépticos comenzaron su tarea de zapa. Y la presión de la industria farmacéutica tradicional llegó por fin a hacerse notar. Los colegios de médicos que en el nuevo siglo habían consentido la elaboración de registros colegiales de médicos homeópatas en un claro gesto de apertura, tildaron a la homeopatía de pseudociencia y emitieron consignas para convencer a los homeópatas de que debían deponer su actitud, es decir abandonar la práctica de la Homeopatía porque antes o después los acusarían de práctica anticientífica.

Los acontecimientos se precipitan


Desde hace pocos meses y antes, mucho antes de que las cosas llegaran a mayores se había producido la respuesta tan buscada. La prescripción de medicamentos homeopáticos por parte de los especialistas tradicionales se redujo notablemente. El paciente que conocía la Homeopatía y buscaba homeópatas, ese paciente, seguía recurriendo a la consulta del médico homeópata de siempre. Los que comenzaron a abstenerse fueron los médicos prescriptores ocasionales, que resultaron ser multitud y que al inhibirse produjeron un descenso de las ventas notable.
Los argumentos que se emplearon para el ataque fueron más o menos los de siempre: Los resultados clínicos de la Homeopatía no resisten la comparación con el placebo y las diluciones homeopáticas no contienen materia detectable. No hablaré de estos temas aquí porque ya están tratados en otras entradas del blog y hay disponible abundante bibliografía a la que acudir.

Solamente se ataca a la Homeopatía?


Aun así quiero señalar un hecho que me parece interesante. Las andanadas contra la homeopatía las sufrimos todos, los pacientes, los médicos y los laboratorios. Los laboratorios de Homeopatía que fabrican productos unitarios y complejos se sienten afectados, en primer lugar el más grande y poderoso. Y ahora mismo están ocultos en los medios de comunicación.
Bien, pero qué ocurre con los otros laboratorios que también emplean diluciones pero no declaran abiertamente vender medicamentos homeopáticos? Es el caso de los dedicados a la Homotoxicología, Espagiria, Microinmunoterapia, Medicina Antroposófica, Oligoterapia con diluciones, Litoterapia, etcétera. Por el momento no parece que hicieran causa común con la Homeopatía.

jueves, 15 de diciembre de 2016

SÍNTOMAS EN HOMEOPATÍA: FRUSTRACIÓN Y CONTRADICCIÓN

         SÍNTOMAS: FRUSTRACIÓN Y CONTRADICCIÓN



Veamos el interés que tiene durante la consulta homeopática determinar con claridad el síntoma frustración y su derivada contradicción. En esta dirección tratemos de aclarar qué sentido tiene este síntoma. Además veremos que este síntoma no es exactamente igual en cada tipo humano representado en los remedios policrestos.

Comenzaré atendiendo a definiciones.


FRUSTRACIÓN

1. Imposibilidad de satisfacer una necesidad o un deseo.
2.  Sentimiento de tristeza, decepción y desilusión que esta imposibilidad provoca.

CONTRADICCIÓN


En el vocabulario homeopático se habla a menudo de contradicción refiriéndose a que algo, su circunstancia vital o sobre todo alguien le "lleve la contraria", contradiga al sujeto frustrando sus expectativas y deseos.

Se trata de situaciones frustrantes para el paciente y esto nos lleva a mirar ese estado de frustración con interés de médico homeópata. Nos interesan aquellas situaciones de frustración nítidas e intensas, ya sea como causas de otros síntomas o síndromes que se prolongan en el tiempo -cronicidad- o como situación aguda que se acaba en sí misma.


Por otra parte sabemos que la Psicología Clínica se interesa por la frustración especialmente por aquello que indica que el paciente no asume la situación que lo frustra, según lo  vemos en los informes de tests y otras pruebas diagnósticas. La respuesta del paciente a la frustración y sus dificultades para superarla nos hablan de vulnerabilidad en una etapa de la vida o como un rasgo de la personalidad más o menos permanente.


Sin embargo la palabra frustración no aparece en los repertorios y materias médicas homeopáticas tradicionales. No me refiero aquí al estado de descontento o insatisfecho que equivaldría a estar frustrado o vivir frustrado, porque significan algo diferente.


Por eso nos vemos abocados a utilizar en su defecto la palabra contradicción. Ya sabemos que las palabras nunca dicen todo lo que se pretende representar y en este caso contamos con esta pérdida doble, la pérdida de lo que la palabra deja sin decir y la pérdida que resulta de suplantar una palabra por otra.


Aun así pienso que podemos hacerlo asumiendo la falta de coincidencia completa. Entonces avancemos en nuestro propósito.


LOS SÍNTOMAS


Encontramos ciertas entradas en el repertorio que expresan:



  • No tolera la contradicción. AUR, IGN, LYC,SEP, ant.c., bry, caps, cham, cina, cocc, nat.m, nux.v., plat, staph, verat.
  • Irritabilidad a la menor contradicción. IGN.
  • Cólera por contradicción. AUR, IGN, LYC, SEP, ars, cocc., nux.v., sil., thuj., verat.
  • Llanto por contradicción. ign., nux.v.
  • Melancolía por contradicción. ign, verat.
  • Quejidos cuando lo contradicen. tarent.
  • Trastornos por contradicción. aur., sil.
  • Deseo de "matar" a la persona que lo contradice. merc.
  • Rabia por contradicción. lac.c., olnd.

VALORANDO EL SÍNTOMA

La reacción a la contradicción es uno de esos síntomas psíquicos capitales porque denota la confrontación con los demás y es en esa confrontación donde se expresa más claramente la vida como un gran problema.


En la enumeración de síntomas que incluyen contradicción, podemos ver más arriba los medicamentos que siguen a las entradas del repertorio. Son sólo algunos, los más significados . Voy a  comentar dichos remedios, los más importantes en lo que concierne al síntoma contradicción mostrando las diferencias que un mismo síntoma tiene en cada sujeto según su perfil caracterial.


Esto es, cada entrada define un evento, un síntoma en el que está incluída la contradicción. Pero la palabra contradicción no refleja la misma situación para un remedio que para otro así como para cada persona la contradicción tiene matices diferentes.


En mis publicaciones he resaltado la gran utilidad del repertorio como libro de semiología homeopática y al mismo tiempo explico por qué no utilizo habitualmente la repertorización(este tema me propongo abordarlo próximamente en otra entrada de este blog).


Entonces veamos el síntoma contradicción en el marco de la manera de ser del remedio que lo contiene para señalar las diferencias y el significado distinto que tiene en cada caso.


Hay que aclarar que cuando digo "manera de ser " de un remedio no debe entenderse en sentido literal. Ningún remedio tiene manera de ser, por lo tanto se trata de una conceptualización. Todos los homeópatas sabemos que al conjunto de síntomas psíquicos de un remedio, especialmente a aquellos síntomas que los reúne una determinada coherencia, les llamamos "modo de ser del medicamento". Ello constituye una elaboración del observador, subjetiva por supuesto. Los que sí tienen -tenemos- manera de ser son, somos los sujetos. Convengamos en llamar así a la forma experiencial y fenoménica con que cada uno resuelve el problema de afrontar su vida.



  • Aurum metallicum

El perfil de este remedio, válido para su versión de estado más o menos superable en la vida de una persona como así también para su forma estabilizada constituyendo un verdadero trastorno de la personalidad, se caracteriza por melancolía con tendencias suicidas, autoinculpación, sensación de abandono por pena amorosa real o imaginada; en menor medida cólera, suspicacia, rencor. La contradicción es para el paciente aurum un elemento más entre otras muchas amenazas, porque son vividas así, como amenazas todas y cada una de las situaciones a superar. Lo que para otros es un escollo para aurum es un drama. En el tono general de pesimismo que tiñe su afectividad  la contradicción está presente en cada episodio de la vida diaria.


  • Ignatia amara

La solitaria pero histriónica ignatia vive en un mundo emocional desproporcionado. La cólera, la pena silenciosa y la ansiedad son expresiones constantes en un  panorama de fuertes subidas y bajadas, sacudiendo todo su mundo circundante. Paradojal, se ha repetido quizá en exceso. Todo es excesivo e inestable. El agravamiento por el consuelo, sus  amores no correspondidos, su deseo de soledad. La contradicción es para el sujeto ignatia causa de irritación, de agresividad verbal, de llanto culpabilizando a los demás de su infortunio.


  • Lycopodium

Arrogancia autoritaria frágil, decía el Dr Puiggrós con gran visión en el enfoque. Hoy diríamos problema en la asertividad. Egolatría, falta de autoconfianza y susceptibilidad dan idea de un psiquismo que no resuelve el conflicto con los otros. Imparte órdenes quejándose todo a un tiempo. Las claves de su cólera por contradicción se encuentra justamente en su propia debilidad. Y en los intentos de que no se le note.


  • Nux vomica

Sabemos que es ansioso, organizado, celoso, autoritario. Pero la riqueza sintomática de nux vomica la podemos concretar en la tensión o puja entre la hipersensibilidad sobretodo sensorial por un lado y la planificación, el ordenamiento de sus ideas y de su vida por otro lado. Esto explica sus reacciones violentas, extemporáneas ante todo aquello que le sea impuesto desde afuera y que le impida el puntual cumplimiento de sus proyectos. Nos encontramos entonces con que la cólera por contradicción se encuentra en esa línea tensional entre lo que proviene desde el exterior y lo que estaba planificado. El sujeto no soporta que no se cumpla.


  • Silicea

Inseguro, tímido, avaro, empeora por el consuelo. El rico mundo interior de silicea encaja muy mal que le lleven la  contraria como también cualquier situación que lo aparte de sus obsesiones; es un concienzudo que quiere tenerlo todo previsto. No riñe ni se enfrenta y  todos lo consideran pacífico y afable. Acobardado en las grandes citas de su vida.


  • Sepia

Su intolerancia a la contradicción hay que verla en el marco de su cansancio de la vida, la melancolía, quieta y callada. Ella sin embargo sí contradice a los demás. Puede emocionarse pero sus sentimientos están apagados. No siente pero percibe que debería sentir. Rechaza la contradicción y rechaza el consuelo, dos modos de resistirse a todo lo que le viene desde afuera, de los otros.


  • Mercurius

Hay en mercurius una profunda afectación de la personalidad con o sin base orgánica. Tendencia suicida, agresividad a veces homicida. Con o sin sentimiento de culpa. Hablamos de estructura psicopática o delirante. Pero también puede estar presente en un estado agudo confusional con provocación y grosería. Fuera de estas situaciones extremas nos encontramos con el hastío de un deprimido que pudo haber sido adicto a drogas, cansancio de vivir, mala memoria, apresuramiento, agresividad, provocación, busca la pelea, ludopatía, obscenidad. En este cuadro no puede evitar el deseo de matar ante la contradicción porque vive al límite de la tragedia y porque rechaza tanto el cumplimiento de las normas como detectar que los demás le pongan límites.


  • Arsenicum album

La ansiedad, el miedo, la agitación, inquietud configuran un estado y también un modo de ser en arsenicum. Cuando se trata de rasgos permanentes entonces se agregan a la configuración los de  una persona escrupulosa, rígida, que en su vida social tiene envidia, es avaro y despectivo. Miedo a morir y a estar solo. Reacciona a la contradicción con fastidio, desconfianza y rencor. Es la respuesta natural a su rigidez y a su miedo.