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miércoles, 8 de julio de 2015

VACUNAS




¿Desde qué lugar debo dar mi opinión si estoy abocado a opinar sobre este tema?


A. La homeopatía siempre estuvo implicada en la polémica acerca de las vacunas. Esta discusión se ha revitalizado en los últimos tiempos por más de una razón. Por una parte la producción de nuevas vacunas que han ocasionado que los niños reciban una cantidad de estímulos inmunitarios verdaderamente inimaginable hasta hace poco. Por otro lado, vacunas como la del papiloma han actualizado el sentir popular ante las enfermedades malignas; la gente espera que la vacuna salga al rescate de lo que hasta entonces era incurable. Pero las reacciones adversas a la vacunación si bien convenientemente ocultadas o disimuladas por las autoridades sanitarias, llegan a la opinión pública y los grupos de opinión contrarios a la vacunación ya no son marginales.

B. La muerte por difteria de un niño no vacunado en España actualiza el tema. 

/http://saludypoder.blogspot.com.es2015/07/caso-olot-reflexiones-criticas.html. 
Y la vacunación que hasta ahora es libremente elegida se plantea que vuelva a ser obligatoria. El Consejo General de Colegios Médicos (OMC) amaga con sancionar fuertemente a los médicos que la desaconsejen a sus pacientes.

C. La radical oposición a las vacunas por parte de los homeópatas más tradicionalistas, provocó la falsa apariencia de que la opinión anti-vacunas está incorporada a la doctrina homeopática. Y como la homeopatía siempre estuvo presidida por la doctrina, se espera de un médico homeópata la frontal negativa a la vacunación. Desde luego que con una visión hahnemanniana la individualización del enfermo es insoslayable y la política sanitaria busca que  la vacunación sea masiva en la población. Claro que en la época de Hahnemann, las medidas sanitarias para proteger a gran número de individuos  no estaban generalizadas ni eran eficaces.


D. Si yo opinara desde la doctrina homeopática en realidad no estaría opinando, simplemente repetiría lo que otros han opinado. Haría lo mismo que hacen en la práctica los médicos que funcionan ajustándose a un protocolo que les imponen. Opinar es afirmar considerando la situación y comprometiéndose con la verdad.


¿La vacunación entraña peligros?


1. Las vacunas nunca fueron bien vistas por los homeópatas tradicionales, en principio porque se aceptaba que interferían la respuesta al tratamiento homeopático. Después porque observaron que algunos trastornos comenzaban inmediatamente después de una vacunación. Es clásica la descripción del asma post vaccinal por dar un ejemplo. http://www.whale.to/m/homeo12.html 


2. Sin embargo, fueron los médicos naturistas los que siempre las han discutido desde una perspectiva globalizadora y radical. El neo hipocratismo rechaza las vacunas: si se niega a la alimentación carnívora mucho más a la introducción parenteral de proteínas animales.


3. La medicina en su versión oficial y académica siempre aceptó los efectos secundarios de las vacunas más antiguas, como la antirrábica y antivariólica, reconociendo que podían ser letales aunque señalando que esos casos eran muy poco frecuentes. Hoy se conocen muchos efectos adversos. https://disiciencia.wordpress.com/2012/04/28/100-estudios-compilados-sobre-los-peligros-de-las-vacunas/


4. Los colectivos y asociaciones anti vacunas de la actualidad afirman que las vacunas son responsables de la multiplicación de los casos de numerosas enfermedades como alergias, asma, enfermedades autoinmunes, autismo, enfermedades neurológicas degenerativas y desmielinizantes, déficit de atención en niños y muchas otras cuyo origen actualmente se desconoce. http://www.migueljara.com/2015/07/06/confirman-que-una-vacuna-de-la-gripe-causa-narcolepsia/ 

No hay certezas sobre ello pero son llamativas algunas coincidencias.

5. En algunos casos los componentes aditivos de las vacunas resultaron ser causantes de reacciones adversas. Las vacunas virales se preparan cultivando el virus en embrión o huevo de animales y otros.


Siendo que la controversia viene de lejos conviene recordar algunas cosas:


a. Durante la vacunación se introducen en el organismo por vía generalmente parenteral un número indeterminado de antígenos.


b. En los últimos años el número de vacunas del calendario vacunal en nuestro medio ha aumentado mucho.


c. El acto de la vacunación produce dos efectos: uno sobre el que recibe la vacuna (efecto individual) y otro sobre el conjunto de la población potencialmente susceptible de la enfermedad correspondiente (efecto epidemiológico).


d. No en todas las vacunas es similar la repercusión de estos dos efectos.


e. Por ejemplo: en la vacuna anti polio el efecto individual y el epidemiológico son ambos muy importantes. En la vacunación antidiftérica en cambio el efecto sobre el individuo es muy intenso y a esto se atribuye el hecho de que en los últimos 30 años no se haya constatado ningún caso de difteria. Pero la protección desde la perspectiva epidemiológica es bastante menor.


f. Esto se comprende fácilmente sabiendo que la vacuna antidiftérica contiene no la bacteria sino la toxina que produce la bacteria, eso sí, convenientemente atenuada. De modo que los anticuerpos que genera la vacuna antidiftérica no atacan a la bacteria sino que neutralizan a la toxina bacteriana logrando que la infección sea mucho menos agresiva pero no evita la infección misma.


g. Por otra parte no hay que olvidar que las epidemias de enfermedades agudas tienen un ciclo evolutivo espontáneo y tienden a desaparecer. 


h. Las vacunas víricas se elaboran con el cuerpo del virus, el virión, tratado por atenuación. Se cultiva en un cultivo de tejidos o en embrión de animales todo lo cual se inyecta con la vacuna. Ahora bien la Virología ha determinado que el virus durante la infección natural, se incorpora al material genético de la célula del organismo que enferma y desde allí se reproduce. Además provoca un estímulo inmunitario. Muchos virus naturales quedan incorporados al genoma integrando aquella parte "muda" del genoma llamado ADN basura, que no tiene lectura genética pero cuyas consecuencias hoy día desconocemos con certeza. Lo que sí es evidente es que seguramente tienen alguna influencia en el funcionamiento inmunogenético.


i. El virus atenuado de las vacunas no desarrolla la enfermedad porque no se replica en el organismo que lo recibe aunque sí provoca el estímulo inmunitario que se busca. Sin embargo el virión aporta indudablemente un material genético cuyas consecuencias ignoramos pero el aumento de enfermedades alérgicas y autoinmunes desde las vacunaciones masivas es llamativo.


No es legítimo hablar de vacunas en general.


Cada caso es diferente. 


La vacuna BCG antituberculosa se emplea también como




tratamiento del cáncer de vejiga.
La vacuna anti tosferina siempre se aplicó hasta los doce años de vida y no después porque se sabía que era causante de problemas en los mayores.
La vacuna del papiloma tiene muchos detractores aún dentro de la medicina oficial.
Y hay muchos más ejemplos.

En las doctrinas higienistas y naturistas y por extensión en el ideario de la tradición homeopática se considera al microbio no como el causante de la enfermedad sino como el basurero que ataca cuando hay una merma inmunitaria en el sujeto.

Por eso tiende a rechazarse a las vacunas como a los antibióticos. Dado que los laboratorios de especialidades medicinales siempre resultan sospechosos, se los declara responsables de ocultar las pruebas que los invalidan.
Además afirman que la mejora espectacular en la esperanza de vida en los últimos cien años, se debe más a las condiciones sociales y económicas que a estas aportaciones de la ciencia.  Lo cual es hasta cierto punto así.

Pues bien, aunque algunas afirmaciones de este tipo me parecen válidas no me sumo a acusaciones "conspirativas", nunca he desaconsejado a los pacientes la vacunación de sus hijos y yo mismo he vacunado a los míos.

Y siempre he informado que intuyo que muchas de las enfermedades actuales guardan relación con este cargamento de antígenos que se les introduce a los niños desde que nacen.
Y trato de crear una actitud de vacunación responsable en los padres. Así como los padres del niño fallecido recientemente de difteria declararon que "a ellos nadie les había informado de esto", a los que sí vacunan a sus hijos hay que recordarles que siempre hay consecuencias de las decisiones médicas y sanitarias.