lunes, 25 de mayo de 2020

domingo, 24 de mayo de 2020

SER, ENFERMEDAD, MEDICINA HOLÍSTICA


A propósito de la visión de lo humano, del ser y lo que atañe a la medicina y a la enfermedad.






  Comentando una entrada de mi blog acerca de la enfermedad psicosomática, mi amigo el médico homeópata, doctor Luis Rekarte me dijo:

Nora Ancarola. De la serie "Fata Morgana"
  “Desde la Homeopatía, la enfermedad es un desequilibrio de la energía. Desde la visión de la alopatía, lo de que la enfermedad la provoca la mente no deja de parecerles una patraña, pues piensan que todas las enfermedades se deben a un daño externo (virus, tóxicos, bacterias, traumatismo, etc.) y la psique la consideran interna. Así es que lo de enfermedad psicosomática ha quedado en el "olvido" por todos aquellos que sólo ven la enfermedad desde una de sus caras. Para el verdadero médico, ni lo uno ni lo otro, la enfermedad es siempre un cúmulo de factores (el psíquico, el metabólico y el estructural, para resumir, pero hay más que no nombro para no aburrir), de aquí la importancia de tratar la enfermedad en particular y al ser humano en general desde la TOTALIDAD, abarcando todos y cada uno de los factores.”

  
Esto último entiendo que está referido al enfoque multifactorial de la enfermedad. Comparto lo general del comentario del Dr Rekarte y aprovecho para agregar algunas cosas:

·           La medicina llamada alopática en la actualidad, ya no niega el factor psíquico como productor de patología somática. Recordemos todo lo que se le atribuye al concepto de estrés en la Cardiología, la Inmunología, la Gastroenterología, etcétera.

·                 El holismo supone que todo en el hombre es uno, es el pensamiento monista. Yo veo problemática esta visión y más adelante diré por qué.

  • ·                 El ilustre médico homeópata argentino, Tomás Pablo Paschero, que tuvo y aún tiene gran influencia entre los homeópatas, le otorgó un valor determinante a la visión psicoanalítica. Hay que recordar que el psicoanálisis considera al factor cultural y educacional, mucho más importante que el factor naturaleza en el ser del hombre.

·        Desde esa posición, la del psicoanálisis, el ser (en el sentido de consistencia, o sea en qué consiste lo humano), el ser humano, está dividido por la emergencia del inconsciente.

·        Y el inconsciente está determinado por el lenguaje, es decir por el mundo de los símbolos, que está en lo cultural y no en la naturaleza.

  • ·        De manera que alguien tan claramente monista como Paschero, neoplatónico, idealista, se interesó por el psicoanálisis, que es una concepción dualista, quizá porque confiaba en la visión unificadora del psicoanálisis. Digo unificadora por cuanto el psicoanálisis da testimonio de que el cuerpo del ser humano enferma también por el deseo, el miedo, la insatisfacción, la ofensa, las emociones y los sentimientos, en suma.

  • ·        Hasta los años 80 y 90 se rotulaban como psicosomáticas a muchas enfermedades de las que se desconocía la causa. Y muy particularmente aquellas a las que posteriormente les conocimos su filiación autoinmune (aunque, por supuesto, era conocida la existencia de las autoinmunes, no se sabía de sus mecanismos íntimos y por eso se ignoraba la enorme extensión de este campo). Por entonces la calificación de psicosomático era como un encasillamiento metafísico, se rotulaba así a muchas de las enfermedades idiopáticas, de origen desconocido.

·        Era psicosomático todo aquello que empeoraba en ciertas situaciones emocionales, es decir siempre. El empeoramiento por las situaciones de ansiedad prolongada, miedo o ira, abarca a toda la patología y no por ello esas emociones son la causa de la enfermedad en todos los casos.

·        Pero la enfermedad psicosomática es otra cosa. ¿En qué consiste? Es un proceso patológico con tendencia a la cronicidad, que empieza siendo funcional y que luego puede devenir orgánico. No es un síntoma emocional como una diarrea o vómito por una mala noticia, ni la taquicardia por miedo o el vértigo como equivalente de la ansiedad.

  • ·        En la Medicina Integrativa es habitual invocar lo holístico para nombrar la unidad del ser humano. Pero no debemos confundir lo uno de la realidad, es decir la ontología, con la unidad en la mirada médica o sea la gnoseología.

·        A ver si lo explico mejor. La realidad es una, no puede ser de otra manera. Las explicaciones son múltiples, el conocimiento es fragmentado, la visión de esa unidad no es una sola.

·        Pero la exigencia del holismo en medicina nos obliga como una condición ineludible, a que cuanto más holística es una concepción de la medicina, más cerca de esa verdad ontológica estaremos.

  • ·        Pero una visión holística no resuelve necesariamente los problemas médicos como son el padecimiento, la enfermedad y la muerte.

·        Por ejemplo, hay prácticas que se erigen en terapias, como la relajación, la músico-terapia, risoterapia, yoga y otras a las que no se les discute su condición holística. Pero lo que es muy dudosa es su especificidad para una enfermedad determinada. En cierto modo a mayor especificidad, menos holismo. El enfoque médico, se permite proclamarse competente para una enfermedad, aunque posteriormente también proponga otras intervenciones coadyuvantes.

  • ·        ¿Por qué traigo a menudo el tema de lo psicosomático? Simplemente porque expresa un problema de difícil solución en la medicina. Si se mantiene la dualidad mente-cuerpo y entonces el pensamiento se considera una producción del cerebro y si la consciencia fuera entonces el resultado de sus múltiples conexiones y nada más, entonces quedan excluidas zonas imprescindibles de la realidad. O mejor dicho la realidad, que es toda ella imprescindible, nos queda sin representar.